Cincinnati.- ¿Se habrá desplomado la capacidad ofensiva de Elly De la Cruz?
Al menos es el panorama que exhibe en la segunda parte de la campaña, en la que sus registros dejan mucho que desear.
Elly, quien irrumpió en las Mayores el pasado seis de junio con muchos “bombos y platillos” , tras ser premiado por el bate que demostró con el Louisville, Triple A de los Rojos, no ha sido el mismo jugador, quien también debutó a lo grande y cuya consistencia lo llevó a compilar un average de .307 (88-27) en su primer mes.
Sin embargo, tras mantenerse caliente con la estaca, hecho que lo llevó a presentar un promedio superior a los .270, al menos en sus primeros 103 choques, la situación no ha sido la en esta etapa en que los Rojos de Cincinnati batallan con su foja de 76-71 de alcanzar su primera visita a los playoffs desde el 2020.
El De la Cruz, que con sus 21 años, deleitó desde el primer momento a la fanaticada con su juego y bate alegre, disparos tan rápidos como sus piernas, así como exhibiendo jugadas electrizante tanto en la antesala como en el campocorto, atraviesa por su primer mal momento que incluso ha llevado al dirigente David Bell a darle descanso en la alineación abridora.
Mientras deslumbró con una ofensiva depurada que lo llevó a promediar .325 (126-41) en la primera mitad, las cosas para él no marchan bien en la parte complementaria, en que en sentido general su average es de solo .181 (213-39) con 88 ponches.
Este mal registro se desencadena en una línea ofensiva de .171 (111-19) con 42 ponches en los pasados 30 choques; .176 (51-9) sin jonrones y apenas dos producidas en los últimos 15 y un funesto .050 (20-1) con cinco abanicados en la semana más reciente.
Ha tenido rachas tan negativas en cuanto a ponches como de 35 desde el 23 de julio al 13 de agosto y del 23 de este mes abanicó en 13 partidos seguidos.
El nativo de Sabana Grande de Boyá irrumpió desde los días de su debut en la parte de arriba de la alineación, fue colocado en los últimos choques como séptimo bate.
Para el equipo, su aspecto más preocupante lo representan su elevada cantidad de ponches, 127 en 341 turnos, lo cual representa una media de que cada 2.6 turnos al menos abanica en un a ocasión.
Estos se incrementan con el transcurrir de los partidos, 44 en 106 turnos en agosto y 15 lleva ya en septiembre, algo que debe trabajar en grande tras culminar la campaña.
Lo principal en su caso es que tiene todo el tiempo para trabajar en esos aspectos fundamentales, pues con sus 21 años y aunque atraviesa por una baja ofensiva, no hay dudas de que será uno de los principales portentos que tendrá el béisbol en unos pocos años.
Ya lo ha demostrado con sus grandes batazos, sus 28 robadas en 35 intentos y brazo de cañón, cuyos disparos desde el infield varias veces los han considerado como los más rápidos.
Listin Diario