Martes
Apunta el día: martes.
Quizás haya sido una mala elección. Los martes suelen ser los días más desiertos y aburridos de la semana, es el día en que casi todos los negocios tienen sus ventas más bajas, el día en que más gente se queda en casa, el día de los malos humores, y quizás el día en que nadie quiere leer un artículo en una página web. Ya lo veré yo, y quizás tú también, o tal vez ninguno.
El martes me expone a un 13, y eso podría significar un artículo basura que te de ganas de pedirle al encargado que cierre mi espacio, porque hay talentos por ahí mejores al mío desperdiciándose mientras yo desperdicio tu tiempo, que no sea tan desconsiderado, que la página ya no es igual, que siempre pasa lo mismo, y todas esas cosas que provocan decir los martes.
Tal vez por eso escogí los martes, para tener el valor que no da un lunes o un jueves de decir ciertas cosas que se deben decir (o escribir en este caso). Los martes son perfectos para lanzarnos a la sinceridad sin remordimientos. Creo que por eso los martes están solos. Los secretos los cuentan los martes.
Desde este martes, y saltando entre uno sí y otro no (o quizás), estaré en Abcdario libre comentándote con brevedad y desde mi óptica sobre literatura contemporánea y sobre los clásicos, así como de sus protagonistas y sus obras, nacionales e internacionales, de los eventos que se den en ese universo y sobre las noticias que de él se desprendan.
Los asuntos sociales (sin necesidad de ser políticos ni exclusivos de nuestro país) y las cuestiones actuales de ideología también serán temas que discurrirán en este espacio que se abrirá los martes con intermitencia entre semana, como ya te había dicho.
En cuanto a mí: soy escritor, romanense, miembro del Circulo de Escritores Escalera de Papel, y mi vida se alterna entre La Romana y Santo Domingo debido a mis afanes de estudio y literarios.
Creo que ya no tengo nada necesario que decirte por ahora, solo recordarte que apuntes el día, martes, y que aquí nos encontraremos el próximo martes del próximo martes.