¡Hola, Higüey digital; hola, mundo digital; mis queridos amigos de Puro Higüeyano! Aquí vamos rumbo a otro artículo más sobre el apasionante mundo del café. Tome su taza y sígame.
Ayer en unas de mis andanzas dentro del mundo terrenal, donde intento combinar los colores de matices diferentes, y ese color atrayente del café, me encontré con un sendero que me marcó profundamente; se trata la Ruta del Café, una ruta creada por mi amigo Tim, un canadiense aplatanado en las mismas entrañas del Cibao.
Su amor por el café y el turismo sostenible lo visualizó en ese trayecto emocionante. Su visión fue muy buena y sabemos que tendrá grandes resultados en el futuro. Y es que esa línea territorial de Pedro García, Palo Alto, La Cumbre y Gurabito-Yaroa presenta condiciones bioclimáticas perfectas para el cultivo del café.
Para los que no lo saben, el café resucita los sentidos adormecidos. Hasta la misma población que encuentra en esta parte una nueva forma de sobrevivir, de laborar, y presentar un buen producto de la agricultura marca del país. Anteriormente, en los años 60s y principio de los 70s, esta población de la zona contaba con cerca de 16 mil habitantes y hoy apenas cuenta con 4 mil. Dicho descenso se debió en gran manera a la falta de cultivo del café, el cual tuvo un gran enemigo, en la Roya, el villano número uno dentro del universo cafetero.
Pero ahora esta zona ubicada en la franja de la cordillera Septentrional que tradicionalmente se sembraba café y cacao, está tomando nuevos bríos, nuevos horizontes, y se ve una ruta cafetera con buena proyección. Las personas de la zona y otras latitudes, como Monte Llano y Yásica, están regresando a las montañas a sembrar café.
Ya se pueden escuchar los canticos y las dulces notas melodiosas que emanan el café de Pedro García. El pueblo está sintiendo el cosquilleo que sintió Tim, ese olor, esa altura para sembrar. Y esas ganas de ser el pueblo caficultor que antes fue. Si pasas por esa zona, busca tu café de Pedro García, ¡Y bebamos hasta que se termine!
La próxima semana nos vemos, así que tome su taza limpia y cuele su café claro u oscuro, pero tómelo con el bendito apóstol.
¡Besos y abrazos!